lunes, 2 de noviembre de 2009

Mi Marketing Holístico

Me agrada pensar que la industria crece y se transforma todo el tiempo, en escenarios novedosos que invitan al intento de nuevas ideas. Dentro de esta evolución, las organizaciones han ido descubriendo que los modelos industriales de otrora solo las llevaban a quedar rezagadas tras la sombra de aquellas que sagaz y arriesgadamente se lanzaban al mercado con nuevas estrategias, encontrando en el estudio del cliente, la pieza clave de su propio éxito, dedicando amplios esfuerzos a captar y reconocer las necesidades, las motivaciones y los mismos sueños de aquellos que visitan una tienda, no solo en busca de un artículo, sino de la 'felicidad' que este le produce.

Aunque la perspectiva de ser cliente, en un marco holístico, resulte tan atractiva como para sentarse a esperar a ser atendido, me inclino por la visión inteligente de una partida 'risk', en donde los detalles de la estrategia deben ser cuidadosamente analizados y enlazados hasta encontrar esa sinergia digna de la victoria.

Examinando empresas existentes que respondan a cabalidad con las características principales del tema en cuestión, puedo citar el caso de Dell y su estrategia; la preocupación por entregar a todos y cada uno de sus clientes, exactamente el equipo que se ajusta a sus necesidades, a partir de su novedosa modalidad de venta. Asi, no tienen que gastar sumas alarmantes en estudios de mercado, sino a partir de la oferta de una gama de productos de alta calidad, intercambiables entre si, permitiendo toda combinación posible. El precio compite fuertemente con grandes productores de hardware de talla mundial, acompañado de las garantías ofrecidas como valor agregado y plazos de entrega reamente cortos (20 a 30 días).

La última persona que conocí por casualidad y sin intermediario alguno, trajo una importante reflexión sobre el marketing holístico y su aplicabilidad a aspectos tan cotidianos y sencillos, que pueden pasar inadvertidos. Su apariencia denotaba buen gusto al vestir, seguridad al hablar y buen manejo de las situaciones. Es posible que ese día no tuviera en mente conocer a una nueva persona, sin embargo su actitud abierta y positiva, generó una gran empatía. Me causó gran impacto, la carga de optimismo y paz interior en cada una de sus frases y el acierto en sus acciones. Descubrí entonces que se habia hecho un cliente para si mismo y para los demás, cuidando cada detalle, escuchando a manera de estudio reflexivo a su interlocutor, hasta el punto de captar sus intereses y llevarlo suavemente a sentirse comprendido; era todo un vendedor, sin comerciar un alfiler. Me mostró entonces, importantes características de este enfoque que se pueden aplicar al comportamiento humano, como lo que importa al inicio, desarrollo y fin de un proceso, son realmente los seres humanos que lo hacen posible.


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